¿Qué podemos poner en práctica en nuestra familia el mandamiento del Señor?
Lo más importante que debemos hacer para fortalecer el amor de nuestra familia es vivir el primero y grande mandamiento: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37). … El Salvador nos dijo: “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1 Juan 4:8).
¿Qué debemos hacer para cumplir los mandamientos?
Los Mandamientos, el camino que Dios nos muestra
- Los mandamientos de la ley de Dios son los siguientes:
- Amarás a Dios sobre todas las cosas.
- No tomarás el nombre de Dios en vano.
- Santificarás las fiestas.
- Honrarás a tu padre y a tu madre.
- No matarás.
- No cometerás actos impuros.
- No robarás.
¿Que nos enseña Jesús con respecto al cumplimiento de los mandamientos?
Como parte de las bienaventuranzas, Jesús enseña que la vida nueva requiere compromiso con los mandamientos: Mateo 5:17-19 «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. … La felicidad requiere cumplir los mandamientos, o sea, fidelidad a la alianza con Dios.
¿Qué dijo Jesús con respecto a la familia?
“¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Señalando a sus discípulos, Jesús dijo: Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Mateo 12, 48-50).
¿Qué dicen los mandamientos de Dios?
Los 10 mandamientos son una serie de ‘reglas’ o imperativos religiosos que están presentes en la Iglesia Católica, y por consiguiente en la religión católica. Estos reemplazan a los mandamientos bíblicos que dio Dios a Moisés.
¿Cuál es el mandamiento que nos vino a traer Jesús?
«Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado» (Juan 15:12). «Esto os mando: Que os améis unos a otros» (Juan 15:17).
¿Qué significa amar al Señor con todo tu corazón alma mente y fuerzas?
Amar a Dios con toda nuestra mente
Nuestra mente es la parte principal de nuestra alma. Dirige el resto de nuestro ser e influye en lo que amamos y lo que elegimos. Puede ser puesta en muchas cosas. Pero Dios quiere que nuestra mente esté puesta en el espíritu, donde está Cristo.