Respuesta rápida: Quién escribio la oracion del justo juez?

¿Quién es el justo juez?

El Justo Juez de la noche es un personaje de leyenda de El Salvador. Según la tradición oral, es un fantasma que se aparece a quienes deambulan por los caminos rurales a altas horas de la noche, otros lo describen montado sobre un caballo negro.

¿Dónde se venera el justo juez?

Todos los días es llevado a cabo el novenario en punto de las 7:30 de la noche en la capilla del Justo Juez, ubicada en la calle Valle Silencioso número 102. Desde el año de 1999, los colonos veneran al santísimo en su capilla agradeciendo los milagros que con fe les ha concedido.

¿Cuándo se venera al Justo Juez?

Miles de Feligreses guiados por su fe y su devoción asisten cada Lunes Santo a la celebración del Santo Patrón Justo Juez, imagen cuyo misticismo y santidad ha transcurrido de generación en generación siendo toda una tradición dando inicio a la Semana Santa en San Cristóbal de Las Casas.

¿Que sus manos no me alcancen y sus ojos no me vean?

Oración al Santo Juez

“Si ojos tienen, que no me vean. Si manos tienen, que no me agarren. Si pies tienen, que no me alcancen. No permitas que me sorprendan por la espalda.

ES INTERESANTE:  Qué pasó con la corona de Cristo?

¿Que si tienen ojos no me vean?

Si ojos tienen que no me vean; si manos tienen que no me agarren; no permitas que me sorprendan por la espalda; no permitas que mi muerte sea violenta; no permitas que mi sangre se derrame; Tú que todo lo conoces, sabes de mis pecados, pero también sabes de mi fe, no me desampares, Amén.”

¿Que mi sangre no sea derramada?

Santísimo Justo Juez, hijo de Santa María, que mi cuerpo no se asombre ni mi sangre sea vertida, donde quiera que vaya y venga, las manos del Señor delante las tenga, las de mi Señor San Andrés, antes y después, las de mi Señor San Blas, delante y detrás, las de la Señora Virgen María, que vayan y vengan, mis enemigos …

¿Cuál es la oracion de los sicarios?

No permitas que mi muerte sea violenta. No permitas que mi sangre se derrame. Tú que todo lo conoces, sabes mis pecados pero también sabes de mi fe. No me desampares.

Sínodo