Qué es el Espíritu Santo para los creyentes?

¿Cuál es la obra del Espíritu Santo en la vida del creyente?

El Espíritu Santo testifica de la verdad. Él es la fuente del testimonio y de la revelación personal. Puede guiarnos para tomar decisiones y nos protege del peligro físico y espiritual. Se le conoce como el Consolador, y puede calmar nuestros temores y llenarnos de esperanza.

¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en nuestras vidas en la actualidad?

El Espíritu Santo, cuando habita en una persona, la purifica elevando su condición moral. En este sentido, la persona es «santificada» por su acción. Asimismo, puede perderlo a causa de su debilidad.

¿Cómo se manifiesta el Espíritu Santo en nuestras vidas?

El Espíritu Santo es un don del cual proceden muchos otros dones que se manifiestan en la vida, como: sabiduría, ciencia, inteligencia, fortaleza, piedad, capacidad de aconsejar y de escuchar consejos, y un sano temor de ofender a Dios.

¿Cómo nos consuela el Espíritu Santo?

Es Dios quien nos consuela a través de quienes tienen la experiencia de su amor, el Espíritu consolador en su corazón. El Espíritu Santo tiene necesidad de creyentes para ser Consolador. Él no tiene ni ojos ni manos pero da cuerpo a su consuelo con las manos, ojos, oídos, manos y pies de los creyentes.

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¿Cuáles son los dones de Espíritu Santo?

Los siete dones son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.

¿Cómo nos puede ayudar el Espíritu Santo?

Él nos enseña, nos da esperanza y nos ayuda a hacer lo bueno. Él nos da dones espirituales, nos da conocimiento y nos ayuda a recordar cosas importantes. Él nos ayuda a ser limpios de pecado y nos consuela. El Espíritu Santo también nos ayuda a tomar decisiones importantes.

¿Qué elemento simboliza la presencia del Espíritu Santo?

El fuego: El fuego del Espíritu Santo se presenta de dos formas y tiene dos propósitos. Cuando Dios se le presento a Moisés en el desierto lo hizo en forma de fuego que no era consumidor. Leyendo a Éxodo 3:1-6 vemos que la llama de fuego en medio de la zarza no la consumía.

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