Cómo se reza el Rosario de los niños no nacidos?

¿Cómo rezar el Rosario de los niños no nacidos?

Dios te Salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima durante el parto; en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús.

¿Cuál es el santo de los no nacidos?

San Ramón cuya onomástica se celebra el día 31 de agosto, nació en la Portella, España, en el año 1204 y su nombre “Nonato” deriva del latín “non natus”-no nacido, ya que su nacimiento se produjo mediante cesárea porque su madre murió durante el parto. Fue canonizado en el año 1657 por el Papa Alejandro VII.

¿Cómo rezar el Rosario para un bebé?

Empezarás rezando el Credo, un Padre Nuestro, 3 Ave María y un Gloria. Luego recitarás los misterios que corresponden a cada día. Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¿Qué significa un feto dentro de un rosario?

Lágrimas en plástico color azul y dentro de ellas pequeñas figuras con la forma de fetos, son las cuentas de los rosarios y decenarios que circulan en la Ciudad y que se emplean para orar por los niños no nacidos y vencer al aborto.

¿Cómo orar por un bebé abortado?

¡Dios mío! Recibe a mi bebé no nacido con tus amorosas manos. Permítele saber que mi amor por él no perecerá. Bendíceme en esta tierra y ayúdame a pasar el dolor.

¿Qué milagros hace San Ramón?

San Ramón sirvió en la orden de los mercedarios y según cuentan los fieles, cientos de mujeres acuden a él para pedirle el milagro de convertirse en madres.

¿Quién es el santo protector de los niños?

Conoce al arcángel Gabriel, el ángel que protege a las mujeres embarazadas, los bebés y los niños. Estas son las cualidades del arcángel Gabriel, protector de las mujeres embarazadas, los bebés y los niños.

¿Cuando fallece un bebé recién nacido se vela?

El fundamento de esta ceremonia, es que cuando muere un niño pequeño, asciende directamente al cielo por su cualidad de no pecador. Por lo mismo, no se le debe llorar; si esto sucediera, se le hace un mal al alma del difunto.