Que nos promete el Sagrado Corazón de Jesús si seguimos propagando su devoción?

¿Que nos promete el Sagrado Corazón de Jesús?

A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado. Daré la paz a las familias. Las consolaré en todas sus aflicciones. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte.

¿Cómo surge la devoción al Sagrado Corazón de Jesús?

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús se inspira en el Capítulo 19, 31 – 37 del evangelio de San Juan, tras la crucifixión de Cristo y cuando un soldado le traspaso con una lanza su costado y del lugar donde fue traspasado, brotó sangre y agua.

¿Cómo influye el Sagrado Corazón en nuestras vidas?

En su Corazón podemos encontrar protección, fuerza en nuestra fragilidad, la perseverancia en nuestra inconstancia, refugio seguro en los peligros, fatigas de la vida y en la hora de la muerte.

¿Cuándo comienza la devoción al Sagrado Corazón de Jesús?

La primera Fiesta al Corazón de Jesús, se celebró el 20 de julio de 1685, por Santa Margarita María y sus Novicias. Tercera revelación 1674. “Tengo sed, una sed ardiente de ser amado de los hombres en el sacramento del Amor…”

¿Cuáles son las promesas que hace a quién es devoto?

Las 12 promesas del Sagrado Corazón de Jesús son:

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Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia. Las almas tibias se harán fervorosas.

¿Dónde se origino la devoción?

Entre los griegos, la devoción era una forma de piedad práctica dirigida exclusivamente hacia los padres; por extensión se empezó a utilizar dirigida hacia algún dios. Actualmente el devoto es aquel quien aplica su carácter diligentemente a alguna obra, culto o adoración relacionada con Dios.

¿Cómo podemos atribuir al amor del Sagrado Corazón de Jesús?

La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida. Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.

Sínodo