Tu preguntaste: Que nos promete Jesús cuando subio al cielo?

¿Que promete Jesús a sus discípulos antes de subir al cielo?

Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. … ​ En Hechos, Jesús promete a sus discípulos que serían llenos del Espíritu Santo. Todos estos pasajes se componen como palabras de Cristo pronunciadas después de su resurrección.

¿Qué promesa le hizo Jesús a sus discípulos?

No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Cuando Jesús estuvo en la tierra, le hizo una promesa a sus discípulos, válida para todos los creyentes, y es que no estarían solos; no estaríamos huérfanos.

¿Qué hizo Jesús antes de irse al cielo?

La promesa que hizo Jesús a los apóstoles antes de subir al cielo, es que un día volvería, y que al irse no estarían solos, estaría el espiritu santo guiándoles y acompañandoles.

¿Qué enseñanza deja Jesús a los apóstoles?

Cerca del final de Su ministerio terrenal, Jesús enseñó a Sus apóstoles: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho” (Juan 14:26), y “él os guiará a toda la verdad” (Juan 16:13).

¿Quién nos promete y nos envía al Espíritu Santo?

En estas palabras de Jesús, los apóstoles fueron descubriendo una promesa y una llamada. La promesa que se va a cumplir es el Espíritu Santo, que vendrá como luz que les ayudará a comprender lo que Jesús dijo, y como fuerza para seguirle y vivir unidos en la paz y en el amor del Señor.

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¿Cuáles son mis compromisos para dar a conocer a Dios ya Jesús?

Es ser íntegros, cumplir los 10 mandamientos y dentro de ellos está el amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, el no mentir, honrar padre y madre, no codiciar los bienes ajenos, no matar, no adulterar, no robar y sobre todo… amar a Dios sobre todas las cosas.

¿Cuál es la promesa que recibió el padre?

Habitaréis la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios. … Esta promesa hará posible la restauración de la conducta del hombre y la restauración de la misma elección de Dios.

Sínodo